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jueves, 4 de noviembre de 2010

Descubren el fósil de la serpiente prehistórica más grande hallada hasta ahora


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Los restos de la mayor serpiente del mundo, descubiertos en el norte de Colombia, han arrojado luz sobre el clima y el entorno en el que vivió hace 60 millones de años este reptil del tamaño de un autobús En la imagen, serie de vértebras y costillas de la serpiente gigante Titanoboa cerrejonensis hallada por un equipo de científicos en la mina de carbón de Cerrejón (Colombia) (Foto:Ray Carson)
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Los restos de la mayor serpiente del mundo, descubiertos en el norte de Colombia, han arrojado luz sobre el clima y el entorno en el que vivió hace 60 millones de años este reptil del tamaño de un autobús. En la imagen, dibujo que recrea la Titanoboa cerrejonensis (Foto: Jason Bourque)
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En la imagen, vista de una vértebra de ejemplar adulto de anaconda comparada con una vértebra del fósil de la serpiente gigante Titanoboa cerrejonensis hallado por un equipo de científicos en la mina de carbón de Cerrejón (Colombia)



David Realpe Cabrera
Ingenieria Ambiental
I Semestre

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Investigadores describen una nueva especie de dirosáurido que habitó América del Sur

El pequeño 'Cerrejonisuchu improcerus' pertenecía a una familia de reptiles emparentados con los cocodrilos que se extinguió hace 45 millones de años.
 
Un año después de haber presentado evidencia de la serpiente más grande conocida hasta el momento, el grupo de investigadores que trabaja en el análisis de los fósiles extraídos de la mina colombiana de Cerrejón, acaba de publicar los resultados de su más reciente descubrimiento. Esta vez se trata de la descripción de una nueva especie de dirosáurido, una familia de reptiles marinos poco documentada en América del Sur, y que los investigadores han bautizado como Cerrejonisuchu improcerus o "pequeño cocodrilo de Cerrejón", que además debió servirle como alimento a la gran Titanoboa cerrejonensis

De acuerdo con los autores, cuyos resultados fueron publicados el pasado 28 de enero en la versión electrónica de la revista Journal of Vertebrate Paleontology, este pariente de los cocodrilos vivió hace 60 millones de años. Si bien la presencia de especies de dirosáuridos es bien conocida en África, Asia, Europa y América del Norte, hasta el momento únicamente cuatro localidades de América del Sur (Brasil, Argentina y dos en Bolivia) habían desvelado fósiles de estos reptiles ya extintos, y poco se sabe sobre su diversidad en esta área del continente.  

Alexander Hastings, de la Universidad de Florida (Estados Unidos) y autor principal del estudio, explicó a DiCYT que lo que diferencia al Cerrejonisuchu improcerus de otros dirosáuridos y le concede el título de nueva especie es que tiene un hocico mucho más corto en relación con el resto de su cabeza, y que incluso en su fase adulta era relativamente pequeño.

"Esto es importante desde el punto ecológico porque significa que el animal tenía un papel distinto al del resto de los miembros de su familia dentro del ecosistema. Su tamaño le permitía tener una fuente rica de alimentos (ranas, lagartos y mamíferos pequeños) que no habría sido suficiente para un cocodrilo más grande", dice el investigador.

Con sólo dos metros de longitud, la nueva especie es considerada como la más pequeña de la familia de los dirosáuridos, que llegaban a superar los cinco metros. De allí que los investigadores piensen que el Cerrejonisuchu habría sido una presa fácil para un animal como la Titanoboa, que medía 13 metros de largo y pesaba más de 1000 kilogramos. Los investigadores han encontrado fósiles de ambas especies juntos, además de que entre sus parientes modernos está documentado que las anacondas del Amazonas se alimentan de caimanes.

Desventaja evolutiva

Hace 100 millones de años, los dirosáuridos se separaron de la rama evolutiva que eventualmente generó a las familias modernas de caimanes y cocodrilos. Si bien sobrevivieron a la gran extinción que terminó con los dinosaurios hace 65 millones de años, al final también desaparecieron sin que nadie sepa en realidad las verdaderas razones. Los investigadores sospechan que las causas pueden estar en la competencia por recursos con los eusuquios, que abarcan a los cocodrilos actuales y a sus antepasados directos.

"Los dirosáuridos se ganaron la vida a duras penas hasta que terminó el Eoceno, pero al final los eusuquios ganaron", señala Hastings. "Se cree que las significativas diferencias en la columna vertebral tienen que haber tenido un papel relevante en su extinción. Los dirosáuridos tienen una columna vertebral superficialmente cóncava, mientras que los cocodrilos tienen una articulación de rótula entre cada vértebra. Esto los provee de una columna flexible y firme al mismo tiempo, lo que les dio la ventaja que necesitaban".

Tras la publicación en febrero de 2009 de la descripción de la Titanoboa cerrejonensis, otro grupo de investigadores que, al igual que ahora, incluía a científicos de la Universidad de Florida y del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, dieron a conocer la primera evidencia fósil de un bosque neotropical, también a partir de fósiles hallados en la mina de carbón de Cerrejón, ubicada en la península de La Guajira, al noreste de Colombia.

Además de los especímenes recuperados de Cerrejonisuchu improcerus, los investigadores tienen pendiente el análisis de otros 10 individuos de estos antepasados de los cocodrilos de entre los que, según Hastings, podrían salir otras especies desconocidas hasta ahora.

"Los fósiles recuperados en la mina nos están dando un primer vistazo de los bosques tropicales, tal y como los conocemos hoy en día. Cerrejón constituye una de esas raras oportunidades en las que se puede aprender muchísimo acerca de la historia de los trópicos y cómo se formaron los inmensamente diversos ecosistemas de América del Sur", concluyó el investigador.

 
JORGE DARIO DUQUE ING. AMBIENTAL

ENCUENTRAN FÓSIL DE MASTODONTE EN COLOMBIA

PUBENZA, Colombia, (Reuters) .-María Páramo y su grupo de asistentes escarban paciente y cuidadosamente con espátulas un bloque de barro que limpian repetidamente con brochas para recuperar los huesos fosilizados de un mastodonte hallado en el centro de Colombia.
Se trata del más reciente descubrimiento paleontológico en este país sudamericano con pocos restos de fósiles, si se compara con otras naciones, a pesar de que se le considera un territorio rico para las investigaciones.
El mastodonte tiene una antigüedad de 17 mil años y fue hallado cerca al municipio de Tocaima, 75 kilómetros al suroeste de Bogotá, en medio de capas del terciario con restos de tortugas semiacuáticas y cocodrilos con una data de 30 millones de años.
"A nivel científico la importancia del hallazgo es que nos da información sobre el comportamiento de estos animales, que probablemente andaban en manada", dijo Páramo, geóloga de la Universidad Nacional de Colombia y con estudios en paleontología en la Universidad de Poitier, en Francia.
La investigadora, de 44 años, recordó que en la misma zona y cerca al sitio en donde se hallaron los restos del mastodonte, al parecer juvenil, se encontraron en 1973 las osamentas fosilizadas de dos animales adultos de la misma especie.
HALLAZGOS ACCIDENTALES DE CAMPESINOS
Adicionalmente, en la búsqueda se encontró una herramienta primitiva, que de acuerdo con Páramo demuestra la presencia del hombre en esa época, un indicio de que probablemente cazaba mastodontes, un extinto grupo de mamíferos que precedieron a los elefantes y que se alimentan de hierbas.
En la zona en donde se encontraron los restos, decenas de campesinos extraen en forma artesanal yeso y en medio de esas labores han encontrado fósiles de animales prehistóricos que algunos guardan en su casas.
El principal interés de los investigadores es el cráneo del mastodonte, para establecer su proceso de evolución.
"La riqueza de esta zona no es solamente la de estos sedimentos que tiene el mastodonte. Esta zona tiene rocas desde el cretácico hasta el reciente. En el cretácico se han encontrado también fósiles de peces, en el terciario se han encontrado tortugas y cocodrilos en sedimentos de pantano”.
"La zona es muy rica en cuanto a diferentes períodos", dijo la paleontóloga en medio de un sofocante calor, mientras se protegía del sol bajo un improvisado techo de lona que también cubría los fósiles.
Páramo reconoció que en Colombia falta mucho por hacer en investigaciones paleontológicas, incluyendo la clasificación de los fósiles de los mastodontes encontrados en otras regiones como la costa norte y las zonas montañosas del noreste y suroeste del país.
"Parece que los mastodontes se pasearon bastante por Colombia", dijo la investigadora quien reveló que la idea es armar los fósiles encontrados en una vieja estación ferroviaria de la zona que funcionará como museo.
"Los fósiles son los que nos dicen como ha evolucionado este mundo y por qué estamos todos los que estamos".
                                                                                 
                   


INGENIERIA AMBIENTAL
NOMBRE: JUAN DAVID PEREZ NIEVA


martes, 2 de noviembre de 2010

EL FOSIL COCODRILOFORME HALLADO EN COLOMBIA

EE.UU. (Agencias)-  Un remoto antecesor de los cocodrilos que vivió hace sesenta millones de años en el norte de Colombia fue una de las presas de la mayor serpiente del mundo, la ‘Titanoboa Cerrejonensis’, según un equipo de paleontólogos estadounidenses.

Los investigadores de la Universidad de Florida, que describen su hallazgo en el último número del ‘Journal of Vertebrate Paleontology’, descubrieron fósiles de la nueva especie en ‘El Cerrejón’, una de las mayores minas de carbón a cielo abierto del mundo, donde fueron encontrados restos de la Titanoboa, una enorme serpiente de 14 metros de largo y 1,25 toneladas de peso.

Su estudio es el primero que describe un fósil cocodriloforme en esa zona. Una presa fácil para la serpiente
Los especímenes estudiados indican que la especie, bautizada ‘Cerrejonisuchus improcerus’, sólo alcanzaba los seis o siete pies de largo (entre 1,83 y 2,13 metros), lo que la convertía en una presa fácil para la descomunal serpiente. 

El ‘Cerrejonisuchus improcerus’, antecesor de los cocodrilos, medía unos dos metros.Su pequeño tamaño fue “toda una sorpresa” en comparación con los reptiles gigantes que vivían durante la época del Cretáceo Tardío, señaló el paleontólogo Alex Hastings, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida.
Aunque el ‘Cerrejonisuchus’ no está directamente relacionado con los cocodrilos modernos, desempeñó un importante papel en la evolución temprana de los ecosistemas de la selva tropical suramericana, según el paleontólogo Jonathan Bloch.

Está claro que este nuevo fósil formaba parte de la cadena alimentaria, como depredador y como presa”, afirmó Bloch, quien dirigió las expediciones a Cerrejón junto con el paleobotánico Carlos Jaramillo, del ‘Smithsonian Tropical Research Institute’ de Panamá. Según Bloch, “en la actualidad las serpientes gigantes se nutren de cocodrílidos y no es descabellado decir que el ‘Cerrejonisuchus’ fue un alimento frecuente para la Titanoboa”, ya que los fósiles de ambas especies han sido hallados unos al lado de otro. Familia de los dirosáuridos
El ‘Cerrejonisuchus improcerus’ es el miembro más pequeño de los dirosáuridos, una familia de cocodrilomorfos hoy extinta. Los dirosáuridos medían unos 5 metros y medio y tenían hocicos en forma de pinza para capturar peces. 

Los dirosáuridos desaparecieron hace unos 45 millones de años.Pero el hocico del ‘Cerrejonisuchus era mucho más corto’, lo que según los científicos indica que su dieta era mucho más variada e incluía seguramente ranas, lagartos, serpientes pequeñas y posiblemente mamíferos.
Esto revela un nivel inesperado de diversidad entre los dirosáuridos, cuya evolución es más compleja de lo que se creía, según los investigadores.
Los dirosáuridos se escindieron de la rama de la que descienden las familias actuales de caimanes y cocodrilos hace más de cien millones de años. Sobrevivieron a la extinción de los dinosaurios pero finalmente desaparecieron hace unos 45 millones de años.

La mayoría de los dirosáuridos han sido hallados en África, aunque también vivieron en otros lugares del mundo. Hasta ahora sólo se había encontrado un cráneo de dirosáurido en Suramérica, según el estudio.
Los científicos pensaban que los dirosáuridos se diversificaron en el Paleógeno, el periodo de tiempo que siguió a la extinción masiva de los dinosaurios, pero este estudio refuerza la hipótesis de que su diversificación ya se había producido antes.

jueves, 28 de octubre de 2010

GEOLOGIA UMARIANA: PROYECTO FOSILES

Descubren fósiles de insectos, plantas y microorganismos


Un grupo de investigadores ha descubierto en Etiopía los fósiles conservados en ámbar con una antigüedad de 95 millones de años

NAIROBI.- Un grupo de investigadores ha descubierto en Etiopía fósiles de insectos, plantas y microorganismos conservados en ámbar con una antigüedad de 95 millones de años y que pueden ayudar a explicar la evolución de la vida durante ese período.
"Este ámbar etíope es de una gran importancia para mejorar nuestro conocimiento de la historia evolutiva de los artrópodos terrestres, las plantas y los hongos", dice en su informe el grupo de científicos encabezados por Alexander Schmidt de la Universidad de Gotinga, en Alemania, publicado por la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA" (PNAS).

El ámbar contiene fósiles de especies prehistóricas de avispas, polillas, escarabajos, una araña y el ejemplar de hormiga más antiguo encontrado en lo que fue el antiguo Gondwana.
Gondwana era uno de los dos macrocontinentes que formaban entonces la Tierra -junto con Laurasia- y que hoy se ha dividido en África, Sudamérica, Arabia, India y Oceanía.

Los restos encontrados provienen de la era cretácica, cuando los dinosaurios poblaban la tierra, aunque también fue durante este período cuando empezaron a desarrollarse nuevas especies de mamíferos y de aves. Al mismo tiempo, fue en el cretácico cuando aparecieron en la Tierra las plantas con flores, que no existían antes y que condicionaron la aparición y evolución de nuevas especies de insectos, entre ellas las hormigas.

Según los investigadores, el descubrimiento de estos fósiles arrojará luz sobre la evolución de las hormigas, que pasaron de ser una especie rara durante el cretácico a convertirse en "el animal social más diverso y ecológicamente dominante en el mundo durante el paleógeno", que es la era prehistórica que siguió al cretácico.
La era cretácica finalizó hace 65 millones de años, coincidiendo con una extinción masiva de especies que significó la desaparición de los dinosaurios, pero en la que los pequeños mamíferos y aves pudieron sobrevivir, dando origen a la actual fauna del planeta y a los seres humanos.

NaiFer Lilley Rosero Alvarez
Ingenieria Ambiental
IV Semestre

Hallan fósil al parecer de un dinosaurio en Arboleda Berruecos - Nariño

Mientras se realizaban excavaciones para la construcción de un polideportivo en la vereda Yungillo del municipio de Arboleda Berruecos, fueron encontradas varias piezas que por su gigantesco tamaño se podía creer que son de un dinosaurio, según el alcalde de la población Ciro Rafael Delgado.

Agregó que las piezas que pesan entre tres y cuatro kilos según indagaciones preliminares podrían tener unos 70 millones de años de antigüedad, estas ya fueron aseguradas para evitar cualquier deterioro, mientras que se espera el apoyo del ministerio de cultura para que se asigne un equipo especializado que determine el hallazgo indicó.

Delgado preció que el fósil ha generado mucha curiosidad entre los pobladores y cree que a futuro se convertiría en un gran atractivo turístico de esta localidad ubicada a dos horas de Pasto en el norte de Nariño.


http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=857440

Uuniversidad Mariana
facultad de ingenieria
ingenieria ambiental- geologia
Ray Velasquez


Hallan en Colombia fósil de la serpiente más grande del mundo





NUEVA YORK (AP) _ Por encima de las más ambiciosas fantasías de Hollywood, un grupo de científicos halló los restos fósiles de la mayor serpiente del mundo: un animal de 13 a 14 metros (42 a 45 pies) de largo y más de 1.145 kilogramos (2.500 libras) de peso.

"Este ser pesa más que un bisonte y es más largo que un autobús urbano", observó el experto Jack Conrad del Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York, que está familiarizado con el hallazgo.
"Fácilmente podía comerse algo del tamaño de una vaca. Un ser humano sería presa fácil", dijo el paleontólogo Jason Head, de la Universidad de Toronto en Missisauga. "Si tratase de entrar en mi oficina para comerme, tendría dificultades para colarse por la puerta".

La bestia probablemente se alimentaba de los antepasados de los cocodrilos en un bosque hace 58 a 60 millones de años, agregó.

Head es el autor principal de un informe sobre el hallazgo que publica la revista Nature en su edición del jueves. La misma edición presenta otro informe significativo: un grupo de científicos dijo haber hallado la más antigua evidencia de vida animal, vestigios de esteroides producidos por esponjas hace más de 635 millones de años en Omán.

Los descubridores de la serpiente la bautizaron Titanoboa cerrejonensis, que significa "boa colosal de Cerrejón", por la región donde fue hallada.

Carlos Jaramillo, un geólogo colombiano que trabaja en la sección de estudios tropicales del Instituto Smithsonian, con sede en Washington, y que ayudó en el descubrimiento, explicó que la Titanoboa fue descubierta en el 2004 en una mina de carbón a cielo abierto en Cerrejón, en el departamento colombiano de Guajira y a unos 770 kilómetros al norte de Bogotá.

Explicó que desde hace seis años realizan investigaciones, en parte patrocinadas por el Smithsonian, en la mina para buscar fósiles de distintos tipos, desde hojas y frutas hasta cocodrilos.

El interés de hacer investigaciones en la mina es porque "es una ventana a cómo funcionaron los trópicos hace millones de años. Para nosotros es una mina de oro, no una mina de carbón. Es increible", dijo Jaramillo desde Panamá, donde funciona su departamento de estudios tropicales.

Una vez descubierto, el fósil de la serpiente _específicamente sus vertebras_ fue enviado primero al Smithsonian en Panamá y después al Museo de Ciencias Naturales de Florida, de la Universidad de la Florida, para limpiarlo y analizarlo hasta que finalmente se determinó que era el mayor descubierto hasta ahora.

Jaramillo aseguró que el fósil volverá a Colombia en el 2011 y quedará a cargo del Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas), un organismo oficial que ayudó a conseguir los permisos para sacar a la Titanoboa fuera del país y hacerle estudios.

Aunque relacionada con la moderna boa constrictora, se comportaba más como una anaconda y pasaba todo el tiempo en el agua, dijo Head. Podía deslizarse sobre tierra y también nadar.

Conrad, que no participó en el descubrimiento, calificó el hallazgo de "increíble... supera todo lo imaginable sobre el tamaño de las serpientes".

La Titanoboa supera el récord para la longitud de una serpiente en 3,35 metros (11 pies), sobrepasando a una criatura que vivió hace unos 40 millones de años en Egipto, precisó Head. Entre las serpientes actuales, la mayor registrada es una pitón de 9,14 metros (30 pies) de largo, que a su vez mide de 3,70 a 4,60 metros (12 a 15 pies) menos que la típica Titanoboas, dijo Jonathan Bloch, coautor del estudio.

La bestia salió a luz a principios del 2007 en el Museo de Ciencias Naturales de Florida, en Gainesville, de la Universidad de la Florida. Cuando llegaron los huesos que habían sido exhumados en la mina de carbón colombiana, dijo Bloch, curador de paleontología de vertebrados en el museo, los estudiantes avanzados que los desempacaron "se dieron cuenta que estaban viendo los huesos de una serpiente realmente grande".

Enseguida los compararon con el esqueleto de una anaconda de 5,20 metros (17 pies).

Hasta ahora los expertos han hallado unos 180 fósiles provenientes de dos docenas de serpientes, y esperan regresar a Colombia para hallar partes del cráneo, dijo Bloch.

El tamaño de la Titanoboa da indicios sobre su ambiente. El tamaño de una serpiente está relacionado con el calor de su hábitat. Los fósiles sugieren que las temperaturas ecuatoriales en esa época eran significativamente más elevadas que las actuales, durante una época en la que todo el mundo era más caluroso. De modo que las temperaturas ecuatoriales al parecer subieron junto con los niveles globales, en contraste con la hipótesis contraria de que no aumentaron mucho, señaló Head.

El hecho sugiere que las regiones ecuatoriales se calientan junto con el planeta, agregó.

Pero agregó que "no tendremos serpientes gigantescas porque estamos eliminando la mayoría de sus hábitats mediante el desarrollo y la deforestación" en las regiones ecuatoriales, agregó.


Las corresponsales de The Associated Press Sara Rafsky y Vivian Sequera, ambas en Bogotá, contribuyeron con esta información.


ADRIAN USCATEGUI CABRERA                                                     ING AMBIENTAL IV

Fósiles hallados en El Cerrejón dan luces sobre la vida del bosque tropical hace 60 millones de años

Una roca abierta y marcada con las vetas de una hoja fue la primera señal de que el suelo que pisaba Fabiany Herrera era una ventana hacia el pasado.

Era 2002 cuando Herrera hizo ese hallazgo en las minas de carbón de El Cerrejón, en La Guajira, que terminaría por revelar el primer bosque tropical fosilizado del que se tenga noticia en el planeta. Pero llegar a esa conclusión no fue fácil. Fabiany, cerca de otros treinta geólogos colombianos y unos cuantos extranjeros debieron gastar meses enteros bajo el sol explorando el territorio, de unos 25 kilómetros cuadrados, y otros tantos limpiando y estudiando lo que encontraron. Herrera dedicó un semestre del 2003 a romper piedras, buscando fósiles de hojas y frutas. A las 6 de la mañana partía hacia algún punto lejano de la mina, recorría hasta 10 kilómetros diarios a pie como "buscando una aguja en un pajar", y a veces volvía, al caer la tarde, con las manos vacías. Sin embargo, durante su búsqueda logró colectar mil fósiles, que hicieron crecer las misiones de paleobotánica en la zona. En adelante fueron más los exploradores y más frecuentes y largas sus visitas al terreno. En esa rutina de picar la tierra para ver el pasado se fueron dos años, hasta que en el 2005 se toparon los restos de una tortuga de casi dos metros de largo. Era el primero de una serie de hallazgos de fósiles de reptiles enormes, que hace 60 millones de años habitaban un bosque en lo que hoy es la mina a cielo abierto más grande del mundo. Tortuga, primera sorpresa Para los exploradores, la recompensa al duro trabajo de campo es saber que "lo que encuentras estuvo millones de años esperando que tus ojos lo descubrieran". Así lo señala emocionado el geólogo Edwin Cadena, que se unió al trabajo por su conocimiento en tortugas. Buscando caparazones halló entre las piedras una vértebra de animal desconocido, y tardó dos años en salir de la duda. Los huesos eran de una serpiente, la Titanoboa cerrejonensis, la más grande de la prehistoria. Todo en paleontología se hace a paso lento. Recuperar un fósil de la tierra puede tardar dos semanas y dejarlo limpio de restos de piedra, dos años. "Se requiere mucha paciencia", señala Carlos Jaramillo, director del laboratorio de paleontología del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, con sede en Panamá, que junto con Cadena y Herrera fue coautor del estudio que reportó la Revista Nature la semana pasada. Para determinar que se trataba de una serpiente, tuvieron que seguir buscando hasta encontrar huesos de otros 28 ejemplares. A cada pieza la cubrieron con papel higiénico mojado y luego la forraron con vendas de yeso, porque "si no tienes cuidado, se vuelven polvo", señala Cadena. Luego, en un laboratorio de E.U., hicieron el proceso inverso y se concentraron en medir, analizar y comparar cada hueso. Y con las manos en la cabeza recibieron de expertos paleontólogos de ese país la noticia de lo importante de su hallazgo. Estaba confirmado, no había nada que superara en tamaño a la Titanoboa. Ni antes, ni ahora. Los restos del gigantesco animal volverán en dos o tres años a Colombia, a su origen. Y así, dice Cadena, el país hará gala de "una verdadera máquina de tiempo que permitirá descubrir mundos pasados". Estos fueron los exploradores Carlos Jaramillo Es geólogo de la Universidad Nacional y tiene un doctorado de la Universidad de la Florida en palinología, el estudio del polen fósil. En Colombia creó con seis compañeros de universidad una compañía de trabajos geológicos. Trabajó durante tres años en Ecopetrol, donde contribuyó en el hallazgo de grandes yacimientos, como el pozo de Gibraltar. Ahora es jefe del laboratorio de paleontología del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en Panamá. Edwin Cadena Nació en Zapatoca (Santander) hace 30 años y desde niño se inclinó por la recolección y exploración de pequeños fósiles que encontraba en las salidas de campo. Incluso, después de graduarse de geología en la Universidad Industrial de Santander, reportó, con el aval del Museo de Historia Natural de Nueva York, el hallazgo del fósil de una tortuga de hace 130 millones de años que encontró en su pueblo natal. Ahora cursa sus estudios de doctorado en Gainesville (Florida). Fabiany Herrera Lo que más disfruta de hacer descubrimientos fósiles es tener la sensación de que otros pueden aprender de esto y que probablemente se inspiren en su trabajo para inclinarse hacia la geología, carrera que cursó en la Universidad Industrial de Santander. Este bumangués de 32 años recibió entrenamiento en el Instituto Smithsonian en Washington (E.U.) y posteriormente trabajó en la sede de estudios tropicales en Panamá. El año pasado se graduó de maestría en paleobotánica con una tesis sobre las condiciones del bosque tropical de hace 60 millones de años, y ahora avanza en doctorado. Otros hallazgos memorables El pliosaurio boyacensis En 1977 un campesino encontró en Villa de Leyva el fósil de un pliosaurio, reptil marino y predador, tan agresivo que comía tiburones. Vivió hace 130 millones de años y medía siete metros. El mastodonte de Pubenza En Pubenza, vereda de Tocaima (Cund.), encontraron los restos de un mastodonte de 15 mil años de antigüedad. Expertos calculan que medía más de 4 metros y pesaba 15 toneladas. Reptil pez de indios sáchica En Villa de Leyva fue hallado el esqueleto de un Ictiosaurio (reptil pez) , similar a un delfín. Está en el Museo Paleontológico de la ciudad. Medía de dos a cuatro metros y vivió hace 150 millones de años. Cocodrilos y criptodontes Villavieja (Huila), al lado del Desierto de la Tatacoa, figura como uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del país. Han encontrado fósiles de primates, murciélagos y anacondas, entre otros. CAROLINA LANCHEROS R. REDACCIÓN VIDA DE HOY

Publicación
eltiempo.com
Sección
Vida de hoy
Fecha de publicación
7 de febrero de 2009
DIANA RIVERA

Sábado, 24 de Abril de 2010 00:00 John Cerón Redacción nacional
En Puente Nacional, Santander
Se trata de animales que vivieron hace millones de años.
En la vía que comunica a Puente Nacional con Guavatá, Santander, fueron hallados los que podrían ser los fósiles de un animal prehistórico. Se cree que los restos encontrados hacen parte de un dinosaurio que vivió allí hace más de 20 mil millones de años, todo lo anterior está siendo investigado por varias facultades de antropología de la Universidad Nacional y Pedagógica. El descubrimiento se registró por parte de varios trabajadores que cavaban en la zona.
“Estábamos echando pala cuando de repente observamos algo grande que era diferente a las piedras y a la tierra, su forma nos llamó la atención y decidimos darle aviso a nuestros jefes, ellos determinaron llamar a expertos en el tema”.
Una de la personas que arribó al lugar del descubrimiento fue el señor Diego Suárez, secretario general de la alcaldía de Puente Nacional, quien al ver la situación aseguró que los fósiles fueron encontrados a 6 kilómetros de distancia de la cabecera municipal y a unos 8 metros de profundidad. Los restos fósiles al parecer son de un dinosaurio, ya que están bien alineados y a una distancia milimétricamente proporcionada”.
El funcionario agregó que “posiblemente estos serían parte de la cola o del espinazo del milenario animal”.
Además el director aseguró que el hallazgo prehistórico fue dado a conocer al Instituto Colombiano de Antropología y al departamento de antropología de la Universidad Nacional, para el análisis correspondiente. Por el momento las reparaciones que se llevaban a cabo en esta importante vía fueron suspendidas mientras que los antropólogos buscan más datos acerca del hecho descubierto, además se trata de determinar si efectivamente se trata de restos fósiles.
Otros hallazgos:
En el municipio de Tocaima, Cundinamarca, fue encontrado en el año 2005 los retos de un mastodonte que tenía una antigüedad de 17 mil años y fue hallado en medio de capas del terciario con restos de tortugas semiacuáticas y cocodrilos, de más de 30 millones de años.
En su momento una de las geólogas que hizo parte del descubrimiento aseguró que “a nivel científico la importancia del hallazgo es que nos da información sobre el comportamiento de estos animales, que probablemente andaban en manada”.
La investigadora recordó que en la misma zona y cerca al sitio en donde se hallaron los restos del mastodonte, al parecer juvenil, se encontraron en 1973 las osamentas fosilizadas de dos animales adultos de la misma especie. Adicionalmente, en la búsqueda se encontró una herramienta primitiva, que de acuerdo con la estudiosa demuestra la presencia del hombre en esa época, un indicio de que probablemente cazaba mastodontes, un extinto grupo de mamíferos que precedieron a los elefantes y que se alimentan de hierbas.
http://www.youtube.com/watch?v=yEOCUODRxYo

FACULTAD DE INGENIERIA
INGENIERIA AMBIENTAL (IV) SEMESTRE
ELIER ANDRES ROSERO VIVEROS

Habitantes de Socha encontraron los restos de un mastodonte que existió hace más de 10 mil años

En la vereda El Alto de esta localidad fueron hallados los restos del animal. Ahora son exhibidos en el Museo local. Alcaldía construirá una escultura de tamaño real.
En la vereda El Alto del municipio de Socha fueron descubiertos por moradores del sector, ubicado a 30 minutos del casco urbano, fósiles de este gigantesco mamífero que apareció en Eurasia, en la época del Oligoceno, hace unos 65 millones de años, del cual se presume que se extinguió hace cerca de 10.000 años, debido a la caza indiscriminada que realizaron los primeros pobladores humanos de América. Partes de la mandíbula inferior, el omoplato, las vértebras, el cráneo y las costillas del mastodonte hacían parte de este extraordinario hallazgo. "En la excavación duramos, junto con mi hermano y unos sobrinos, aproximadamente tres meses y en el proceso de restauración cerca tres años, ya que como esto no tiene ningún  apoyo económico y todos tenemos otras ocupaciones, solo podíamos dedicarle tiempo en nuestros ratos libres", señaló Bayron Benítez, artista y restaurador de arte, quien añadió que desde hace dos meses los restos fósiles son exhibidos al público en el Museo de los Andes, situado en Socha. "Al comienzo creíamos que era un dinosaurio por el inmenso tamaño de las partes que encontramos, pero cuando empezamos a extractar los fragmentos de sus molares y a reconstruir las piezas de su cuerpo nos dimos cuenta que era un mastodonte", dijo. Pero fue María Páramo, paleontóloga de la Universidad Nacional, delegada de Ingeominas, la encargada de despejar las dudas. Luego de meses de investigación, Páramo logró constatar que efectivamente se trataba de un mastodonte. "Estos animales ingresaron a América por el estrecho de Bering. Poblaron todo el continente americano desde Norteamérica hasta Argentina, por eso en Colombia, en varias regiones se han encontrado fósiles. En Boyacá por ejemplo, se han encontrado indicios en Socotá, Jericó y Soatá", dijo Benítez. Aunque provienen de la misma familia de los elefantes, los mastodontes eran más robustos, altos (3.5 metros), largos y pesados (6 toneladas). Tenían pelo grueso que les cubría todo el cuerpo, orejas pequeñas, patas grandes y colmillos que podrían llegar a medir hasta cuatro metros de largo, según la especie. Los mastodontes eran animales más grandes que los mamuts y los elefantes actuales, aunque su contextora es similar.
Publicación
eltiempo.com
Sección                             
Nación                                 
Fecha de publicación     
6 de julio de 2009        
http://www.youtube.com/watch?v=D_qmoKcj3To
FACULTAD DE INGENIERIA
INGENIERIA AMBIENTAL (IV) SEMESTRE
MILLER SOLARTE



PROYECTO FOSILES

PROYECTO FÓSILES
(proyecto innovador 2007)
Coordinan: Gonzalo Molina Arrieta -Ever Ortega Vizcaino
HISTORIA DEL PROYECTO REDESCUBRIENDO EL PASADO PARA PROYECTAR NUESTRO FUTURO, Esta fue una de las frases que afirmó Edgardo cuando después de 28 caminatas por las rutas indígenas del departamento del Atlántico, nos encontramos el primer hallazgo significativo.
Desde la primera caminata hace ya casi dos años, estábamos convencidos que teníamos restos fósiles que encontrar, que como en toda investigación había que saber buscar, pues cada especie sobre la tierra ha dejado huellas, sólo que no hemos podido hallarlas, porque nuestra forma de mirar las cosas no nos permite verlas, tenemos que aprender a mirar, ver y observar; pero sobre todo a inquirir-examinar detalladamente- volver sobre lo ya visto, ahora con otra mirada. Pues bien, un día como de costumbre llegamos todos a eso de las 6 am al parque metropolitano, el día estaba radiante, sabíamos que habría buen sol, así que algunos se echaron bloqueador, otros se colocaron sus suéteres mangalarga, sus gorras y sombreros, tomamos los morrales, las cuerdas y partimos hacia la ruta definida.


Como siempre pretendíamos hacer una travesía bastante pesada (6 horas de camino), así que nos aprovisionamos de agua, panelas, bocadillos, bananos y uno que otro chocolate.Apenas habíamos empezado nuestra marcha, unos iban contemplando el horizonte, la belleza de los paisajes en las laderas, otros la diversa riqueza natural de nuestra flora, el movimiento minúsculo de los árboles, el rápido y sigiloso desplazamiento de los pocos animalitos que aún sobreviven, otro pensaba en cómo cambia el color de las flores con cada temporada... Cuando de pronto, uno de los profes dijo, Épa, Estos son restos fósiles. Entonces todos corrieron y se concentraron en torno a él y, observamos detalladamente las partes dispersas ya por la acción de la lluvia y la brisa sobre la ladera sedimentada, o quizás porque la misma gente que ha pasado por ahí y otros animales los han regado durante años. Estos restos son propios de la megafauna; datan aproximadamente de unos 15.000 años, pueden ser de Megaterio, un gigante perezoso herbívoro de 6 metros de longitud y más de dos metros de altura, que vivió en la era cuaternaria en Suramérica, o quizás de Mastodonte, el antecedente del actual elefante. También hemos encontrado restos de amonites, moluscos de la era secundaria.Pues así fue nuestro primer hallazgo, he aquí algunas imágenes.

Ahora de CAMINANTES Y COMO PARTE DEL SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS, nace FÓSILES PARADIGMAS.
OBJETIVOS
Tal como lo demuestran múltiples hallazgos, nuestro departamento es un nicho de fósiles que esperan ser descubiertos, estos proporcionaran el conocimiento necesario que facilitará un mejor entendimiento de nuestro pasado.Este proyecto tiene objetivos:
-Contribuir en la formación de una mente científica, capaz de repensar nuestro futuro a partir de elementos que nos identifican.-Integrar un grupo de estudio e investigación de fósiles en el departamento del atlántico.
-Contribuir en la elaboración del mapa paleontológico del departamento-Formular y promover una propuesta a la asamblea departamental de las áreas de protección del patrimonio paleontológico del departamento del atlántico.
-Despertar en los niños y jóvenes de las escuelas y universidades el interés por estudiar y preservar los fósiles y redescubrir a partir de ellos nuestro pasado.-Este es uno de los nuevos proyectos del grupo si quieres formarte con una mentalidad científica no lo dudes, vinculate



YULI MAGALY BASTIDAS ING AMBIENTAL IV

DISPONIBLE EN:
http://fosilesdelatlantico.blogspot.com/

SUDAMERICA UN LUGAR MUY ARQUEOLOGICO..

 
América del Sur es un subcontinente rodeado por el mar excepto en una franja de tierra que lo une a América del Norte. Se han encontrado rastros de huellas en el norte de Colombia, en Argentina y en Chile. No se ha encontrado nada en las profundidades de la Amazonia, pero sí se han descubierto huellas y huesos en los elevados Andes de más al oeste. En 1990 se conocían más de tres docenas de géneros, provenientes de cuatro países. Todos excepto uno pasaron por Argentina. Su paisaje es asombrosamente variado e incluye selvas tropicales, praderas, etc...
Al principio de la Era de los Dinosaurios, Sudamérica no estaba aislada, sino unida a América del Norte, África y la Antártida, como parte del supercontinente Pangea. Durante el Triásico, el clima de América del sur era cálido y seco, ideal para los reptiles. Allí se han encontrado los fósiles más antiguos conocidos hasta hoy. Uno de los dinosaurios verdaderos más antiguos encontrados hasta ahora es el
Antes del fin del período Triásico aparecieron los prosaurópodos. Estos dinosaurios tenían el cuello y la cola largos, y podían caminar sobre dos o cuatro patas. Uno de ellos era el Coloradia, que vivió en la Patagonia, Argetina. Era mucho más pequeño que el
Durante el Jurásico, gran parte de América del Sur estaba cubierta de una exuberante vegetación. En esta época se formaron pocas rocas, por lo que los fósiles de dinosaurio de entonces son escasos. A principios del Jurásico, los prosaurópodos sudamericanos habían evolucionado hasta convertirse en saurópodos auténticos, como el
Los fósiles de dinosario de América del Sur no son tan comunes como los de Norteamérica o Europa. Esto quizá se deba en parte a que allí no se ha buscado lo suficiente o en el lugar correcto. Los fósiles hallados hasta ahora son importantes. Sugieren que en Sudamérica vivieron los grupos más importantes de dinosaurios.
Cuando empezó en período Cretácico, los mares se elevaron y convirtieron América del Sur en una gran isla cubierta por vastas tierras desérticas y por matorrales. En esta época se formaron rocas que contienen fósiles. Fósiles de dinosaurios se han encontrado en Argentina, Brasil, Perú, Chile, Uruguay y Colombia.
Normalmente, cuando se encuentran placas y prominencias óseas en el esqueleto de un dinosaurio, significa que es algún tipo de anquilosaurio. En 1980, se descubrió en Argentina un gran esquqleto de dinosaurio. Sin la menor duda, era un gran saurópodo parecido al
En América del Sur había muchos miembros de otros tipos de dinosaurios. El
El
ARGENTINA
Los dinosaurios fósiles de Argentina son de todos los tres períodos mesozoicos. El
Los descubrimientos en Argentina empezaron en 1882. Ganaron velocidad de acuerdo con Carlos y Florentino Ameghino. Por la década de 1980 excavaciones sistemáticas pasaron por paleontólogos con experiencia como José Bonaparte. Más fósiles habían venido de el oeste y del sur, especialmente de la gran región al sur de pradera y semidersierto, Patagonia.
BRASIL
En el sur de Basil se han hallado algunos de los dinosaurios fósiles más antiguos que los encontrados en otra parte. En la década de 1920, el científico alemán Friedrich von Huene desenterró los fósiles de un posible saurópodo en barrancos de rocas del Triásico cerca de Santa María. Después, en la misma área se encontró el indudable carnívoro del Triásico medio
CHILE
Aquí se ha hallado el saurópodo Antarctosaurus y un terópodo.
COLOMBIA
Se han encontrado los huesos de saurópodo y un diente de terópodo.
PERÚ
Los restos de un dinosaurio de aquí proceden de un lago de una montaña de los Andes llamado Laguna Umayo, en el sur de Perú.
URUGUAY
Los descubrimientos incluyen los saurópodos titanosáuridos del Cretácico superior
Herrerasaurus. Sus fósiles se descubrieron al pie de la cordillera de los Andes. Medía 2 metros y medio de altura y era esbelto y ágil, con cabeza de pájaro. Sujetaba su presa entre el pulgar y los demás dedos de sus patas delanteras, provistos de garras. ¿Cómo sabemos que era un dinosaurio? Los huesos de sus patas encajaban en sus caderas, como en los dinosaurios típicos. Así, se mantenía en pie con las patas rectas bajo el cuerpo, en lugar de extendidas hacia los lados. Otros carnívoros primitivos incluían al Eoraptor, de Argentina, que vivió en la misma época que el Herrerasaurus, y el Staurikosaurus, de 2 metros de longitud, con largas patas traseras.Riojasaurus, con sus 11 metros de longitud, y dado su enorme peso, casi con seguridad caminaba a cuatro patas.Antarctosaurus y el Patagosaurus. Al igual que su famoso primo, el Diplodocus, eran animales enormes de hasta 17 metros de longitud. En Sudamérica también hubo carnívoros durante el Jurásico. Uno era el Piatnitzkysaurus, muy parecido al Allosaurus norteamericano, mejor conocido. El Piatnitzysaurus sólo medía un tercio del tamaño del Allosaurus y tenía gran cabeza, dientes feroces, fuertes patas traseras, y cortas patas delanteras.Diplodocus, pero estaba cubierto por hileras de protuberancias óseas. Las ideas sobre la coraza de los dinosaurios tuvieron que cambiar. Los científicos llamaron a este saurópodo Saltasaurus. Podía usar su larga y flexible cola como una tercera pata y mantener el equilibrio cuando se incorporaba sobre las patas traseras para alcanzar las hojas de las copas de los árboles.Loncosaurus era un Hipsilofodóntido que vivió durante el Cretácico. Este herbívoro de mediano tamaño tenía fuertes patas traseras y una boca pequeña en forma de pico con diferentes tipos de dientes. El Secernosaurus, de Argentina, era un dinosaurio con pico de pato. Casi todos los demás hadrosaurios vivieron en América del Norte y el este de Asia. Quizá llehgo a América del Sur nadando a través de un rosario de islas.Noasaurus era un pequeño terópodo que vivió en Argentina hace unos 70 millones de años. Sus fragmentos fósiles incluyen una mandíbula con dientes de sierra y una gran garra como la del Dromaeosaurus norteamericano. El Carnotaurus era un carnívoro mucho mayor. Al parecer, estaba emparentado con el Tyrannosaurus rex. El Carnotaurus tenía un cuerno sobre cada órbita y filas de protuberancias óseas por todo el cuerpo. En proporción a su tamaño, sus patas delanteras eran incluso más pequeñas que las del Tyrannosaurus rex. ¿Por qué eran tan cortas las patas delanteras del Carnotaurus? Quizá no las necesitaba más largas. Los dinosaurios cambiaron mucho con el tiempo. Si alguno no necesitaba las patas delanteras largas, irían disminuyendo a mediada que la especie evolucionaba. Los buscadores de fósiles siguen descubrierndo nuevas pistas sobre los dinosaurios Sudamericanos.Pisanosaurus figura entre los ornistiquios más primitivos del mundo. El carnosaurio Piatnitzkysaurus, y los saurópodos Patagosaurus y Volkemeria vivieron en el Jurásico superior. En el Cretácico superior, los saurópodos y otros dinosaurios vagaron por tierras bajas y calurosas, con ríos donde peces pulmonados, cocodrilos y tortugas nadaban. Los descubrimientos argentinos más destacados incluyen el abelisáurido con cabeza de toro Carnotaurus, el noasáurido Noasaurus, el titanosáurido acorazado Saltasaurus, la pequeña cría del Prosaurópodo Mussaurus, los hadrosáuridos Kritosaurus y Secernosaurus, y el posiblemente protoceratópsido, el Notoceratops. Estos tres últimos migraron indirectamente por Norteamérica antes de quedarse en Sudamérica, que se separó de todos los continentes y se transformó en una isla.Staurikosaurus. Desde Bauru en el sudoeste de San Pablo vinieron los restos de un saurópodo descubiertos por el oficial geológico de inspección argentino Llewellyn Price. Los saurópodos brasileños incluyen el titanosáurido Antarctosaurus.Antarctosaurus, Argyrosaurus y Titanosaurus.
 
CAMILO SANTANDER ING AMBIENTAL IV

Museo el Fósil Villa de Leyva, Boyacá, Colombia


El esqueleto petrificado exhibido en el Museo el Fósil perteneció a un gran reptil marino que habitó la región de la actual Villa de Leyva hace aproximadamente 110 millones de años, durante el tiempo geológico conocido como Periodo Cretácico, cuando también los Dinosaurios deambulaban en la tierra firme alrededor de todo el planeta.



"El Fósil" como le conocemos en la región, son los vestigios de un reptil marino del grupo de los Pliosaurios clasificado como Kronosaurus boyacensis Hampe, 1992. De hecho, nuestro fósil es el vestigio paleontológico que permitió la descripción inicial de esta nueva especie típica de Villa de Leyva.
Nuestro compromiso es resguardar y cuidar esta tan invaluable pieza del Patrimonio Natural de Colombia, una herencia de todos nosotros.

TRANSFORMACION EN ROCA

Después de vivir y alimentarse vorazmente durante mucho tiempo en la entonces existente bahía de Villa de Leyva, nuestro reptil marino probablemente se acerco demasiado a la costa y experimento el fenómeno de encallamiento que también es relativamente común en mamíferos marinos actuales como las ballenas. Estancado en las costas fangosas de la bahía, nuestro reptil marino murío. Es probable que las partes de sus aletas y cola no preservadas hayan sido la presa de otros animales carnívoros y carroñeros de aquel entonces.
Poco tiempo después, las partes blandas de nuestro reptil desaparecieron, mientras su esqueleto (más resistente a la descomposición) empezó a ser cubierto por sedimentos finos. Trancurrió el tiempo geológico y lo que en algún entonces fue sedimento y hueso se transformo en roca. Millones de años pasaron y las rocas formadas  en aquellos ambientes marinos emergieron para formar nuestra cordillera Oriental. El desgaste de las rocas por los fenómenos de erosión durante miles de años permitieron que uno de nuestros vecinos encontrara, hace ya más de tres décadas, nuestro reptil marino Pliosaurio de Cretácico completamente transformado en nuestro fósil: EL FOSIL DE MONQUIRA.
    
Reptiles Marinos de Villa de Leyva - Museo El Fósil Villa de Leyva
Durante el periodo cretácico existió un tipo de bahía marina donde se formaron gran parte de las rocas que hoy día subyacen la actual región de Villa de Leyva y los municipios aledaños. Estas rocas, conocidas como el Yacimiento Paleontológico de Villa de Leyva, contienen un muy rico contenido de restos fósiles de plantas, animales y microorganismos que habitaban un mar poco profundo de aguas claras y cálidas. Fue en esta Bahía marina donde habitaron excepcionales reptiles marinos pertenecientes a los grupos de Pliosaurios, Plesiosaurios e Ichthiosaurios característicos de Colombia
Durante el periodo cretácico existió un tipo de bahía marina donde se formaron gran parte de las rocas que hoy día subyacen la actual región de Villa de Leyva y los municipios aledaños. Estas rocas, conocidas como el Yacimiento Paleontológico de Villa de Leyva, contienen un muy rico contenido de restos fósiles de plantas, animales y microorganismos que habitaban un mar poco profundo de aguas claras y cálidas. Fue en esta Bahía marina donde habitaron excepcionales reptiles marinos pertenecientes a los grupos de Pliosaurios, Plesiosaurios e Ichthiosaurios característicos de Colombia


ESTUDIANTE: ROBERTH DARIO SILVA DELGADO - INGENIERIA AMBIENTAL IV



ENCUENTRAN FOSIL EN EL MUNICIPIO DE TOCAIMA EN BOGOTA

PUBENZA, Colombia, (Reuters) .-María Páramo y su grupo de asistentes escarban paciente y cuidadosamente con espátulas un bloque de barro que limpian repetidamente con brochas para recuperar los huesos fosilizados de un mastodonte hallado en el centro de Colombia.
Se trata del más reciente descubrimiento paleontológico en este país sudamericano con pocos restos de fósiles, si se compara con otras naciones, a pesar de que se le considera un territorio rico para las investigaciones.
El mastodonte tiene una antigüedad de 17 mil años y fue hallado cerca al municipio de Tocaima, 75 kilómetros al suroeste de Bogotá, en medio de capas del terciario con restos de tortugas semiacuáticas y cocodrilos con una data de 30 millones de años.
"A nivel científico la importancia del hallazgo es que nos da información sobre el comportamiento de estos animales, que probablemente andaban en manada", dijo Páramo, geóloga de la Universidad Nacional de Colombia y con estudios en paleontología en la Universidad de Poitier, en Francia.
La investigadora, de 44 años, recordó que en la misma zona y cerca al sitio en donde se hallaron los restos del mastodonte, al parecer juvenil, se encontraron en 1973 las osamentas fosilizadas de dos animales adultos de la misma especie.
HALLAZGOS ACCIDENTALES DE CAMPESINOS
Adicionalmente, en la búsqueda se encontró una herramienta primitiva, que de acuerdo con Páramo demuestra la presencia del hombre en esa época, un indicio de que probablemente cazaba mastodontes, un extinto grupo de mamíferos que precedieron a los elefantes y que se alimentan de hierbas.
En la zona en donde se encontraron los restos, decenas de campesinos extraen en forma artesanal yeso y en medio de esas labores han encontrado fósiles de animales prehistóricos que algunos guardan en su casas.
El principal interés de los investigadores es el cráneo del mastodonte, para establecer su proceso de evolución.
"La riqueza de esta zona no es solamente la de estos sedimentos que tiene el mastodonte. Esta zona tiene rocas desde el cretácico hasta el reciente. En el cretácico se han encontrado también fósiles de peces, en el terciario se han encontrado tortugas y cocodrilos en sedimentos de pantano", explicó Páramo.
"La zona es muy rica en cuanto a diferentes períodos", dijo la paleontóloga en medio de un sofocante calor, mientras se protegía del sol bajo un improvisado techo de lona que también cubría los fósiles.
Páramo reconoció que en Colombia falta mucho por hacer en investigaciones paleontológicas, incluyendo la clasificación de los fósiles de los mastodontes encontrados en otras regiones como la costa norte y las zonas montañosas del noreste y suroeste del país.
"Parece que los mastodontes se pasearon bastante por Colombia", dijo la investigadora quien reveló que la idea es armar los fósiles encontrados en una vieja estación ferroviaria de la zona que funcionará como museo.
"Los fósiles son los que nos dicen cómo ha evolucionado este mundo y por qué estamos todos los que estamos", concluyó.

FUENTE:
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/147293.encuentran-fosiles-de-mastodonte-en-colombia.html
 FACULTAD DE INGENIERÍA
INGENIERÍA AMBIENTAL
YONY GOMEZ